"La Roba corazones" de San Juan y su santuario
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"La Roba corazones" de San Juan y su santuario
1870-1945: Una historia secular en formato 26x36
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"[...] le llaman: Roba corazones, de calidad, que la demanda de Nra. Sra. de Guadalupe, la de los Remedios, la de Cosamaluapan, no se atreven á concurrir con esta Sagrada Imagen, en los lugares donde pide limosna, porque dicen los demandantes que la Santísima de San Juan lo
arrastra todo, y roba los corazones"
Francisco de Florencia
Los santuarios son puntos de cristalización: no sólo de sacralidad, sino también de agitación, de vida. Por lo tanto, no es sorprendente que congreguen muy pronto en torno suyo, además de los fieles, a "mercaderes del templo", y que surjan ruidosas ciudades- santas allí donde sólo deberían existir el recogimiento y el desierto... Desde este punto de vista, el caso de San Juan de los Lagos resulta ejemplar, lo mismo que el de Lourdes en otras latitudes. A ello San Juan supo agregar una dimensión aún más económica, gracias a su feria que, ya desde el siglo XVIII, había llegado a ser la más importante del interior del país. En el siglo pasado, se granjeó incluso la gloria literaria gracias a Manuel Payno y sus Bandidos de Río Frío.
¿Cómo surgió tal situación? Gracias al jesuita Francisco de Florencia , uno de los más activos propagandistas del culto mariano a finales del siglo XVII, se ha conservado una documentación de excepcional valor. Los protomilagros y los mitos fundadores se remontan a los años 1620, ponen en escena a indígenas (depositarios de las virtudes taumatúrgicas de la imagen) y a una familia de "volantines" (probablemente no indígenas), en el pueblo de San Juan, que era entonces un modesto caserío indígena, a veinte leguas al oriente de Guadalajara. En ese momento, la imagen que conocemos salió a plena luz, multiplicó los milagros.
En los años siguientes, dos series de acontecimientos resultarían decisivos: hasta entonces, esta región era un área fronteriza, escasamente poblada; situada entre Zacatecas y Guadalajara, era objeto de codicia. Así, en 1633, alegando la necesidad de controlar mejor el naciente culto - el cual no debía dejarse en manos de los indígenas -, la audiencia de Guadalajara decretó que podían "poblar y vivir españoles en el pueblo de San Juan". Era el inicio de la criollización del culto. El texto de Florencia, arriba citado, revela un aspecto esencial de la organización del santuario: dado que el culto debía extenderse sobre una vasta región semidesierta, las autoridades del santuario idearon una organización permanente de "giras promocionales" de la imagen (o, mejor dicho, de sus copias), hasta en el extremo norte, en la región de Parral. Ninguna otra imagen pudo rivalizar con ella, impedirle construir un área de influencia centrada en Guadalajara-Zacatecas, en el comercio, el dinero y el poder (político y religioso).
Hoy día, a pesar de que la feria ha perdido gran parte de su importancia económica, persisten la atracción, la agitación en torno al santuario. Estas se amplifican en el momento de las grandes peregrinaciones, alrededor del 8 de diciembre - día de la Concepción - y del 2 de febrero - la Candelaria -, como lo atestiguan los exvotos, a veces por su temática.
Asi mismo, el día de confección de los retablos es un claro indicador; con mucha frecuencia los exvotos están fechados algunos días antes de la partida hacia el santuario (en noviembre-diciembre, en enero), o por su depósito en el santuario, en el momento de la fiesta.